Quiero decirte

Vine a decirte que lo elegí a él y no a ti porque a él lo conocía hacía muchos años, fue un gran amigo es su momento. En cambio a ti. A ti te conocí de un café y poco más. Me ganó el miedo, fui cobarde. Pero sabes que ahí no terminó la historia. Y eso es lo que hay que destacar. Aunque tampoco me haya atrevido a ponerle nombre, para mi fue muy especial.

A veces te imagino caminando por mi casa, por la consulta de mi doctor, por el centro de Miraflores, cerca de ese café y también al otro extremo del parque. Por la casa de mi mamá o sentado en el muro de la bodega. Y siento miedo nuevamente y algunas veces pura ilusión de saber cómo estás, qué te ha pasado, qué haces ahora, que haces ahí. Y aquí, dentro de mi mente. Cada día, a cada paso.

Alguna vez quizás ¿También pensarás en mi?