La lluvia del calentamiento global

Hoy la lluvia ha estado tremenda, como para recordarte en cada paso que di por la calle. Fue la llovizna más intensa, la que no fue pronosticada pero que da el pronóstico de lo que sentimos dentro y de lo que podría pasar.  ¿Es acaso un futuro lejano que está solo en nuestras mentes? ¿Es lo que sentimos? ¿Es realmente lo que ansías tú también?

También hubiera podido imaginarme con un cigarro, caminando de tu mano, o rozándolas cada tanto. Tú y yo bajo la lluvia del calentamiento global. Solos, inexistentes, como barro diluído.

Cerré los ojos y voltee al cielo, empecé a tatarear esta canción, la que oí tantas otras veces de regreso a casa, de mis clases de inglés, pensando solo en ti, aunque tú ya no estabas ahí. Con esos mis ojos cerrados empecé a tararear a Patrick Doyle nuevamente y sentí tu respiración cerca de mi. Volví la cabeza a su lugar y antes de abrir los ojos, sentí otra vez tu respiración y rozaste tus labios con los mios, abrí los ojos y ahí estabas tú, te besé también, como nunca antes. Me agarraste por la cintura y me pegaste a tu cuerpo, estábamos ya completamente mojados, tristes y felices. Sí, se puede. Me alejé con miedo, pero tú me retaste nuevamente, me pegaste a tu cuerpo y volví a ser feliz por un instante.

3 Comentarios

  1. Felicidades. Me encanta tu blog. Saludos.

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    1. Muchas gracias Ernesto 😊 pasa por aquí cuando quieras ✨

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