Una nueva amiga (editado)

Facunda era una pobre mosca, como todas las moscas de la zona en realidad, que había caído en nuestra casa. La trajo mi tío Pupi que había estado en el mercado de Barranco comprando frutas y verduras. Facunda llegó en su hombro y, al sentarse mi tío, bajó y entró en una de sus bolsas.

La primera en ver a Facunda fui yo, que tengo tendencia a buscar animales en el paisaje, sean animales de compañía o bichitos, voladores o de los que dan nervios.

Facunda era la típica mosca grande con colores vivos, un poco de verde tornasol, un poco de morado y gorda gorda como si acabara de comer un montón de cochinaditas.

Mi hijito le dijo a mi tío que quien era esa mosquita tan rara que tenía ahí y mi tío respondió que era su amiga Facunda, que iba con él a todas partes y que no había que tenerle miedo, ni mucho menos hacerle daño. Mi hijito se sorprendió y luego empezó a reírse bajito.

Luciano fue a la cocina y bajó, ayudado de su escalerita, uno de sus platitos de plástico. Bajó, abrió la refri y sacó un vasito de yogurt. Echó un poco de yogurt en el platito y lo puso en la mesa ratona que está en la sala, en donde estábamos Pupi, la mosca y yo.

Estábamos ya hablando de otros temas cuando Luciano, mi hijo, preguntó «¿Quieres? Este yogurt es muy rico, muy especial» – Facunda volteó a mirarlo pero no le entendió nada. Pronto vió que en la mesa había un nuevo plato y se acercó a tocarlo, después empezó a sobarse las manos para saborear. Facunda saboreo el yogurt con miel de Luciano y Luciano, que no había parado de mirarla desde que puso el plato, quedó fascinado y con una gran sonrisa gritó «¡Le ha gustado mami!»  – ¿Sí? le dije yo con una sonrisa. Y Pupi agregó «¡Mira! Se lo está comiendo todo. Facunda quiere saber tu nombre» agregó. «Dile que me llamo Luciano y que quiero ser su amigo». «Se lo diré» dijo Pupi sonriendo.

Luciano quedó encantado pensando en que le invitaría a su nueva amiga en la siguiente visita. :) 

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